JUEGOS OCULTOS #10: Desenterrando Grandes Títulos Perdidos
  • hace 8 años
Captain Skyhawk (NES)

Seguramente uno de los juegos más desconocidos de uno de los estudios de mayor y mejor trayectoria del videojuego. Después de convertirse en un referente de la industria británica del videojuego alrededor de los ordenadores 8 bits y el ZX Spectrum en particular, Ultimate The Play puso sus miras en NES, considerando que era la mejor alternativa para dar un salto. Para ello formó una empresa subsidiaria, Rare, comenzando así una brillante trayectoria que acabaría por asociarlos a Nintendo y posteriormente a formar parte de la empresa de Kioto -hasta su venta a Microsoft-. Los juegos que Rare hizo para NES se alejaron de las aventuras que habían dado la fama al estudio, considerando que una consola requería juegos más arcade y dinámicos. Tal es el caso de Captain Skyhawk, un Shoot’em Up para el que el estudio británico tiró de sus experiencia en crear juegos isométricos para crear una experiencia muy diferente a la de sus juegos en el ZX.

El juego es posiblemente uno de los más desconocidos de todo el catálogo de la compañía. Sus juegos en ordenadores son tremendamente icónicos y han permanecido en el imaginario colectivo de todos lo que lo vivieron, mientras que la inmensa mayoría de sus juegos en consola posteriores son grandes clásicos, pero Captain Skyhawk se quedó entreaguas y por no estar no está ni en el rare Replay -quizás por un problema de licencia-. Un Shooter de gran calidad, con un estilo de visual distintivo y, como muchos juegos de Rare de la época, difícil como él solo. Sus rutas alternativas, diferente armamento y variedad de objetivos le daban ese plus de calidad que lo convierte en una muy buena experiencia que probar en la 8 bits de Nintendo.

Blaster (Arcade)

Era 1983, Eugene Jarvis, uno de los grandes héroes del videojuego y padre de Defender, entre otros muchos, quería a seguir la buena trayectoria de su estudio independiente después de su salida de Williams. Bajo el nombre de Vid Kidz, el equipo venía de crear todo un clásico como Robotron, dándoles la confianza para probar algo más potente y casi revolucionarios. Ese juego sería Blaster, un shoot’em up diferente y adelantado a su época, con un sistema de escalado de sprites que nos ofrecía la sensación de tridimensionalidad mientras navegábamos por un entorno hostil repleto de obstáculos y enemigos. Blast or be blasted eran las últimas palabras que se nos decía antes de empezar la acción.

Con unos gráficos psicodélicos que llamaban inmediatamente la atención, el juego era todo un espectáculo que debía de llamar poderosamente la atención en ese año (incluso hoy tiene un aspecto bastante atractivo frente a otros juegos de la época). La forma en la que cruzábamos un campo de asteroides con las rocas acercándose a nosotros era muy convincente y el juego además se beneficiaba de ese toque Jarvis para crear juegos de acción rápidos e intensos.