En la esquina donde la avenida Fernández de Córdoba se cruza con la calle 16 de Río Abajo, se encuentra una historia viva. Allí, tres corregimientos —Pueblo Nuevo, Río Abajo y San Miguelito— convergen, no solo en geografía, sino también en memoria. Desde este punto, literalmente, comienza San Miguelito, un distrito que se formó con trabajo, fe y mucha martillada en las noches.