Saltar al reproductorSaltar al contenido principalSaltar al pie de página
  • 15/7/2025
La presidenta no tendría que responder al abogado de Ovidio Guzmán, pues hacerlo solo fortalece la narrativa de un defensor que nada tiene que perder. Más que confrontar, el enfoque debería estar en investigar las posibles complicidades y el impacto real de las declaraciones que podrían surgir, en un contexto donde el costo de la estrategia de “abrazos, no balazos” se vuelve cada vez más alto.

Categoría

🗞
Noticias
Transcripción
00:00Hola amigos de Posta, que la presidenta de la república no tiene por qué contestarle al abogado de un narcotraficante, al abogado de Ovidio Guzmán, en este caso, parece ser algo evidente.
00:14No entiendo por qué la presidenta decidió contestarle.
00:17No entiendo por qué se involucra en un debate con un abogado defensor de un narcotraficante que evidentemente tiene todo para ganar y nada para perder en ese enfrentamiento.
00:33La presidenta ya venía con el caso de Ovidio diciendo cosas que no le corresponden.
00:39No le correspondería adelantarse a los hechos y pedirle pruebas a Estados Unidos de los dichos que vaya a tener Ovidio.
00:46No le corresponde contestarle al abogado.
00:51No corresponde que se hable de la soberanía y de que a México se lo respeta cuando es, insistimos, el abogado defensor de uno de los principales narcotraficantes que ha tenido este país.
01:07Sin duda hay un mar de fondo en todo esto, un mar de fondo que está marcado por las declaraciones que puede hacer Ovidio.
01:14Unas declaraciones que evidentemente dañarán y dañarán mucho a las autoridades mexicanas porque ya sabemos por dónde van a ir.
01:26El sexenio de los abrazos y no balazos tendrá costos cada vez más altos.
01:30Y eso es lo que habría que investigar.
01:34En lugar de pelearse con el abogado, habría que establecer medidas de investigación sobre lo que llamamos o se puede llamar la complicidad de ciertos personajes.
01:48O lo que el gobierno de Trump, el propio Donald Trump, califica como el haber permitido que los grupos criminales hayan tomado América del Norte como su patio de juegos.

Recomendada