El presidente Javier Milei tiró nafta sobre todos los puentes que sus operadores habían construido con los gobernadores y luego arrojó una cerilla. Enojadísimo porque lo dejaron pagando con el acto del 9 de Julio, Milei sostuvo que los gobernadores son unos "hijos de puta" que “quieren destruir al Gobierno Nacional” y "romper el país". También vaticinó que él los va a "aplastar" en las elecciones y todas las decisiones que tomen desde el Congreso, primero las va a vetar, luego las va a judicializar y por último se imagina que las va a revertir el 11 de diciembre. De esta forma, el presidente fue en contra de todos los consejos que le dieron sus operadores -como Guillermo Francos o Santiago Caputo- de no prender fuego el vínculo con los mandatarios provinciales. Pero hay personas que solo quieren ver el mundo arder.