En su vida pasada, Violeta le dio una advertencia a su esposo Florín, quien era el asistente del comandante, y gracias a ello él logró salvar al comandante a tiempo, ganándose un gran mérito. Sin embargo, Florín perdió la oportunidad de donar sangre a su amiga de la infancia, Emilia, lo que causó que Emilia muriera por una hemorragia durante un parto prematuro. Después de eso, Violeta sufrió una cruel venganza por parte de Florín. Al reencarnar en el día en que el comandante fue atacado, Violeta decidió actuar por su cuenta para salvarlo. Lo que no esperaba era que, en medio de su plan de venganza, descubriría que el viejo camarada de su padre a quien llevaba años buscando no era otro que el propio comandante.