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00:00En la cumbre de la OTAN, que ha concluido hace pocos días, se ha acordado una subida del gasto
00:05en defensa sin precedentes en la historia de esta organización. Aunque España ha logrado
00:10acogerse a un régimen de excepcionalidad, lo cierto es que incluso en el caso de nuestro
00:15país el gasto va a aumentar. Porque nos oponemos a este tipo de políticas y queremos hacerlo
00:21apoyándonos en información veraz y análisis rigurosos, en público hemos sacado un especial
00:27en papel, el segundo del año, contra el rearme. Un ejemplar como este es el que acaban de recibir
00:35nuestras suscriptoras y suscriptores en sus casas. Si tú también quieres recibirlo, todavía
00:40estás a tiempo. Tenemos ejemplares limitados disponibles. Ya sabes, suscríbete y recibirás
00:47en tu casa nuestro monográfico en papel contra el rearme. Y hoy, que podríamos decir que estamos
00:53más contra el rearme que nunca, hablaremos de El imperio de las armas, la construcción
00:58violenta de la revolución industrial de la historiadora Priya Satya. Es un libro de historia
01:04excelente, una obra monumental. A lo largo de más de 600 páginas, esta historiadora norteamericana
01:12experta en Reino Unido nos lleva de la mano por una revolución industrial distinta de la
01:18que estamos acostumbradas a que nos cuenten. Satya no pone su atención como suele hacerse en la
01:24máquina de vapor o en la industria textil, sino que estudia cómo las guerras constantes son el
01:30verdadero telón de fondo de la revolución industrial. En El imperio de las armas nos cuenta cómo ese
01:36proceso de cambio en las formas y relaciones de producción, así como en el consumo y las costumbres,
01:42tuvo lugar en un contexto de guerra permanente en el paso de los siglos XVIII al XIX. La guerra de los
01:50nueve años, la guerra de sucesión española, la guerra de sucesión austríaca, la guerra de los siete años,
01:57la guerra de independencia americana y las guerras contra la Francia revolucionaria y napoleónica son
02:02el telón de fondo de la industrialización en su fase más temprana. Por otro lado, en el centro de la
02:10revolución industrial que Priya Satya nos cuenta, se sitúa la familia Galton, propietarios de la
02:16mayor fábrica de armas de toda Gran Bretaña. Los Galton fueron, durante varias décadas, los más
02:22importantes proveedores de armas de fuego del Estado británico y los principales proveedores de la East
02:28India Company y del comercio de armas privado en África Occidental, América del Norte y otros lugares
02:35del imperio. Los Galton eran cuáqueros, pero debéis saber que el reproche cuáquero a las armas es
02:41posterior a la implicación de esta familia de Birmingham en su producción. Ese reproche surge
02:47más o menos hacia mitad del siglo XIX, porque entre 1793 y 1815, durante un periodo, como dije antes,
02:56de confrontación permanente, especialmente entre Gran Bretaña y Francia, las armas comenzaron a ocupar
03:02un lugar muy importante en la violencia interpersonal. La idea de que las armas eran un artefacto
03:09civilizatorio cuyo uso se centraba en la defensa de la propiedad perdió fuerza por el peso de los
03:15hechos. La producción y el comercio de armas empezaron a ser vistos como algo sucio y en paralelo
03:22y conforme fue pasando el tiempo, el relato de la revolución industrial se terminó por desvincular
03:28de las armas. Pero lo cierto es que sólo una ingente demanda de armas estimuló innovaciones
03:34en la organización industrial y en la tecnología metalúrgica con un inmenso efecto de contagio.
03:41Lo que Prillas hacía cuenta es que la revolución industrial no fue tanto el resultado de la utilización
03:47de máquinas para producir, cuanto de una expansión en el comercio artesanal y de una experimentación
03:54en la organización industrial impulsada por el Estado. Armas, guerras, Estado y capitalismo
04:01van históricamente de la mano. Hay un momento en el que el comercio de armas empezará a escandalizar
04:08a la sociedad como lo hará, por ejemplo, el comercio de esclavos. Y en este punto es en el que el libro
04:15de Priyasatya contiene una reflexión muy importante que aportar. Nuestra manera de lidiar de un modo crítico
04:23con el capitalismo implica, históricamente, denunciar sus efectos sectoriales, sus consecuencias
04:29con relación a asuntos concretos. Y de algún modo, mientras denunciamos estos problemas sectoriales,
04:36perdemos la perspectiva sobre el hecho de que tales problemas no son efectos del modo capitalista
04:41sin más, sino que son los jalones a partir de los que el capitalismo se construye y avanza.
04:48Otra reflexión fundamental que nos deja el libro de Priyasatya es la siguiente. Si las necesidades
04:54de acopio de un Estado impulsado por la guerra transformaron la economía británica, podemos
05:00imaginar otras formas más pacíficas de acopio estatal que hubieran podido producir efectos
05:06similares. Lo cierto es que solemos confundir transformación con crecimiento. Cuando pensamos
05:12en términos de crecimiento solo, podemos llegar a la tremenda conclusión de que la guerra es algo
05:18bueno o, como mínimo, inevitable. De algún modo, el libro de Priyasatya nos muestra que
05:24esto no es verdad en el pasado y que sigue sin ser verdad en el presente. La guerra no es inevitable,
05:30salvo que sigamos aferradas a un paradigma de crecimiento que nos ha traído a donde
05:35estamos, a un callejón sin salida. Os dejo con una frase gloriosa de Priyasatya,
05:42una enseñanza de esas que solo la imaginación histórica puede traer. Olvidamos el lugar de
05:49la fabricación bélica en el capitalismo industrial como olvidamos la sangre que corre por nuestras
05:55venas. No olvidemos.
06:00Gracias.
06:01Gracias.
06:02Gracias.
06:03Gracias.

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