Con el objetivo de provocar y mermar la movilización nacional en rechazo a la proscripción de Cristina Kirchner, el ministerio de Seguridad desató en distintos puntos del país supuestos controles vehiculares que apuntan particularmente a vehículos que llevan manifestantes hacia la Plaza de Mayo.
El asedio comenzó anoche en distintos puntos. En la ruta 9, que une Rosario con Buenos Aires, patrulleros de la Policía Federal y de la Gendarmería Nacional se colocaron a los costados de las caravanas de micros de larga distancia, obligándolos a disminuir su velocidad.
Luego instaron a los conductores detenerse y, en medio de la noche y las bajísimas temperaturas, conminaron a los pasajeros a bajarse para requisar sin garantías el vehículo.