Sánchez, marido de Begoña,hermano del músico de las chirimoyas y padrino de Koldo, Ábalos y Leire, ya tiene otra hazaña en degradación democrática que aportar al Libro Guinness de los Récords.
A los pactos infames, vulneraciones de la Constitución, apaños y tropelías varias, el amo del PSOE suma desde hoy el sonrojante mérito de ser el único presidente de Gobierno occidental con un fiscal general procesado.
Por respeto a sí mismo y a la institución, García Ortiz debería dimitir.
Pero el paisano, fiel al manual del progre y cumpliendo órdenes de La Moncloa, se agarra al cargo como guacamayo a la percha.
Le han dicho de arriba que se quede quieto, que aguante, porque su salida seria visto como signo de debilidad y desencadenaría un movimiento en cadena que echaría abajo el tenderete.
García Ortiz se sentará en el banquillo, porque el juez no ha dado puntada sin hilo y tiene claro que fue el fiscal de Sánchez, cumpliendo órdenes del jefe, quien filtró en su día datos reservados del novio Díaz Ayuso.
Es muy grave y atenta contra la separación de poderes, que el máximo responsable de una institución pública con tanto poder como la Fiscalía pisotee los derechos de un particular por razones de oportunidad política.
No es admisible. Genera indefensión para todos los ciudadanos españoles y debe ser castigado como merece.
La tesis de que no hay pruebas en su contra, que airean los periodistas y tertulianos del régimen, es una soplapollez.
No estamos en la fase de presentación de pruebas sino en la de los indicios razonables y estos son apabullantes.
A García Ortíz le incriminan de modo evidente varias circunstancias.
Su actividad frenética para conseguir el expediente del novio de Ayuso. Llega a sacar del fútbol a un fiscal del caso para pedirle el papel.
Cuando se ve pillado, borra con frenesí el móvil y hasta sus correos electrónicos, tratando de eliminar pruebas.
Y en un alarde de prepotencia, moviliza a periodistas afines -en LaSexta, Cadena SER y conmilitones- para que digan que ellos tuvieron acceso a los documentos unos minutos antes que él, lo que es una mentira como la copa de un pino.
Esto se esta poniendo color de hormiga para Sánchez, porque encima afloran nuevos datos sobre la cloaca de Leire en Ferraz, la UCO revela que dirigentes del PSOE cobraron comisiones ilegales en las obras públicas que pastoreaban Ábalos y Cerdán y para colmo, hasta en el británico The Times sacuden a Sánchez.
Suena bien eso de ‘the greyhound of Paiporta’.
A los pactos infames, vulneraciones de la Constitución, apaños y tropelías varias, el amo del PSOE suma desde hoy el sonrojante mérito de ser el único presidente de Gobierno occidental con un fiscal general procesado.
Por respeto a sí mismo y a la institución, García Ortiz debería dimitir.
Pero el paisano, fiel al manual del progre y cumpliendo órdenes de La Moncloa, se agarra al cargo como guacamayo a la percha.
Le han dicho de arriba que se quede quieto, que aguante, porque su salida seria visto como signo de debilidad y desencadenaría un movimiento en cadena que echaría abajo el tenderete.
García Ortiz se sentará en el banquillo, porque el juez no ha dado puntada sin hilo y tiene claro que fue el fiscal de Sánchez, cumpliendo órdenes del jefe, quien filtró en su día datos reservados del novio Díaz Ayuso.
Es muy grave y atenta contra la separación de poderes, que el máximo responsable de una institución pública con tanto poder como la Fiscalía pisotee los derechos de un particular por razones de oportunidad política.
No es admisible. Genera indefensión para todos los ciudadanos españoles y debe ser castigado como merece.
La tesis de que no hay pruebas en su contra, que airean los periodistas y tertulianos del régimen, es una soplapollez.
No estamos en la fase de presentación de pruebas sino en la de los indicios razonables y estos son apabullantes.
A García Ortíz le incriminan de modo evidente varias circunstancias.
Su actividad frenética para conseguir el expediente del novio de Ayuso. Llega a sacar del fútbol a un fiscal del caso para pedirle el papel.
Cuando se ve pillado, borra con frenesí el móvil y hasta sus correos electrónicos, tratando de eliminar pruebas.
Y en un alarde de prepotencia, moviliza a periodistas afines -en LaSexta, Cadena SER y conmilitones- para que digan que ellos tuvieron acceso a los documentos unos minutos antes que él, lo que es una mentira como la copa de un pino.
Esto se esta poniendo color de hormiga para Sánchez, porque encima afloran nuevos datos sobre la cloaca de Leire en Ferraz, la UCO revela que dirigentes del PSOE cobraron comisiones ilegales en las obras públicas que pastoreaban Ábalos y Cerdán y para colmo, hasta en el británico The Times sacuden a Sánchez.
Suena bien eso de ‘the greyhound of Paiporta’.
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00:00Sánchez, marido de Begoña, hermano del músico de las Chirimoyas y padrino de
00:05Coldo, Ábalos y Leire, ya tiene otra hazaña en degradación democrática que
00:11aportar al libro Guinness de los récords. A los pactos infames, a las vulneraciones
00:16de la Constitución, a paños y troperías varias, el amo del Suez suma desde hoy el
00:22sonrojante mérito de ser el único presidente de gobierno occidental con un
00:28fiscal general procesado. Por respeto a sí mismo y a la institución, García Ortiz
00:34debería dimitir. Pero el paisano, fiel al manual del progre y cumpliendo órdenes de
00:40la Moncloa, se agarra al cargo como guacamayo a la percha. Le han dicho desde
00:45arriba que se quede quieto, que aguante porque su salida sería vista como signo
00:51de debilidad y desencadenaría un movimiento en cadena que echaría bajo el
00:57tenderete. García Ortiz se sentará, señores y señoras, en el banquillo porque
01:03el juez no ha dado puntada sin hilo y tiene claro que fue el fiscal de Sánchez
01:08cumpliendo órdenes del jefe quien filtró en su día datos reservados del
01:14novio de Ayuso. Es muy grave y atenta contra la separación de poderes que el
01:20máximo responsable de una institución pública con tanto poder como la
01:23fiscalía pisotee los derechos de un particular por simples razones de
01:29oportunidad política. No es admisible. Genera incluso indefensión para todos los
01:34ciudadanos españoles y creo que debe ser castigado como merece, con dureza. La
01:39tesis de que no hay pruebas en su contra, que airean los periodistas y
01:43tertulianos del régimen, es una soplapollez. No estamos en la fase de
01:47presentación de pruebas, sino en la de los indicios razonables y estos, los
01:52indicios, son apabullantes. A García Ortiz le incriminan de modo evidente
01:58varias circunstancias. Miren, su actividad frenética para conseguir el expediente
02:03del novio de Ayuso, llega el tipo incluso, y la gente ya casi no se acuerda, de
02:07sacar del partido de fútbol a un fiscal del caso para pedirle papeles. Cuando se ve
02:14pillado, borra con frenes y el móvil y hasta sus correos electrónicos, tratando
02:19de eliminar pruebas. Y en un alarde de prepotencia, moviliza a periodistas afines
02:24en la Sexta, en la Cadena Ser y otros con Militones, para que digan que ellos
02:29tuvieron acceso a los documentos unos minutos antes que él, lo que es una
02:35mentira como la copa de un pino. Esto se está poniendo color de hormiga para
02:39Sánchez, porque encima afloran nuevos datos sobre la cloaca de Leyden, Ferraz,
02:45sobre lo que saca la UCO, que revela que dirigentes del PSOE cobraron
02:50comisiones ilegales en las obras públicas que pastoreaban Ábalos y Cerdán, y para
02:56colmo, hasta en el británico The Times, sacuden a Sánchez. Suena bien eso de
03:03El Galgo de País Porta.