París volvió a rendirse ante un joven con alma de leyenda. Carlos Alcaraz, con apenas 22 años, firmó este domingo una de las gestas más grandes que se recuerdan en el tenis moderno. En una final para la historia, el murciano se impuso al número uno del mundo, Jannik Sinner, tras una remontada épica que duró casi seis horas.
Con el marcador en contra, perdiendo los dos primeros sets y al borde de la eliminación, Alcaraz no se rindió. Luchó punto a punto, levantó tres bolas de partido y acabó ganando por 4‑6, 6‑7(4), 6‑4, 7‑6(3), 7‑6(10‑2). Fue el partido más largo en la historia de Roland Garros y el primero en decidirse con un super tiebreak en el quinto set. Una batalla física, emocional y mental.
“Este triunfo es por mi abuelo, por mi equipo, por toda la gente que me apoya. He ganado con cabeza, corazón y valentía, como me enseñaron desde niño”, dijo entre lágrimas tras alzar el trofeo.
Una victoria que emocionó a toda España Desde la Casa Real, el Rey Felipe VI llamó personalmente a Alcaraz para felicitarlo. Lamentó no haber podido asistir a la final, pero le transmitió su admiración y orgullo.
En la cuenta oficial de la Familia Real se publicó:
“La Philippe-Chatrier se rinde de nuevo ante ti, Carlos. ¡Menuda final histórica! Con esta Copa de los Mosqueteros conquistas tu quinto título de Grand Slam, reflejo de tu enorme talento y esfuerzo. El futuro es tuyo.”
Ecos de una hazaña en todo el mundo La hazaña de Alcaraz desató una oleada de reacciones en todo el planeta, especialmente entre las grandes figuras del tenis.
Roger Federer dijo: “Lo que han hecho Alcaraz y Sinner hoy es increíble. Dos gigantes. Y Carlos... simplemente mágico.” Billie Jean King escribió: “Un partido para la historia. Alcaraz tiene fuego en el corazón y hielo en la sangre. ¡Campeón!” Rafael Nadal comentó: “Lo que has hecho hoy en Roland Garros es de campeón. Disfrútalo, te lo mereces. ¡Felicidades Carlos!” John McEnroe lo definió como “una de las mejores finales que he visto en mi vida. Técnica, drama, emoción… ¡todo!” Andre Agassi, que entregó el trofeo, declaró: “Este chico tiene el espíritu que hace grande a nuestro deporte. Una inspiración.” Rod Laver afirmó: “¡Qué partido! Alcaraz demuestra que el tenis está en buenas manos para el futuro.”
Incluso fuera del tenis, figuras como Pau Gasol y Fernando Alonso celebraron la victoria, destacando su mentalidad ganadora y su ejemplo para las nuevas generaciones.
Una final inolvidable El encuentro fue una montaña rusa de emociones: peloteos infinitos, golpes imposibles, nervios al límite… pero sobre todo, una actitud ejemplar. Alcaraz nunca perdió la sonrisa, ni siquiera cuando parecía derrotado. Eso lo convierte en algo más que un campeón: lo convierte en un símbolo.
Tras la victoria, el murciano se arrodilló en la arcilla, besó el suelo y abrazó a su equipo. También improvisó una celebración espontánea con los recogepelotas, brindando con botellas de agua, escena tan humilde como entrañable.