En el 2000 se consumó el matrimonio PRI-PAN-PRD, pero una serie de eventos le dieron a esa historia un final diferente al que imaginaron sus protagonistas. Ahora, los papeles del sexto divorcio entre el Estado mexicano y el nuevo establishment están sobre la mesa. Separar los intereses del poder político y del económico es la consigna de Andrés Manuel López Obrador