Cuando el equipo de Luis Enrique iba 19º en la nueva liguilla de la Champions, nadie esperaba gran cosa... excepto él.
En medio del caos y la incertidumbre de este nuevo formato con 36 equipos y una tabla única, va y suelta que van a ganar la Liga, la Copa y la Champions. Así, sin pestañear.
La mayoría estaba viendo cómo salir del lío, y él ya hablaba de triplete. Esa mentalidad tan suya, de ir a por todo aunque parezca imposible, acabó contagiando al vestuario. Al final, no solo lo dijo: lo hizo.
Más allá de la táctica y los nombres del plantel, lo que marcó la diferencia fue esa confianza brutal que transmite.
Luis Enrique dejó claro que, si tú te lo crees de verdad, puedes romper cualquier pronóstico. Y eso, en un sistema tan exigente como esta nueva Champions, vale oro.
Al final, lo suyo fue un golpe de autoridad que va a hacer que muchos vean las liguillas y los favoritismos con otros ojos. Porque con cabeza, trabajo y, sobre todo, actitud, todo es posible.