En apenas 24 minutos, el París Saint-Germain dejó sentenciada la semifinal del Mundial de Clubes con un contundente 3-0.
Fabián Ruiz inauguró el marcador al minuto 6 con un disparo certero dentro del área, y Ousmane Dembélé amplió la ventaja apenas tres minutos después tras aprovechar un fallo defensivo del conjunto blanco.
El tercer tanto volvió a llevar la firma de Ruiz, que definió con tranquilidad al 24’ para rubricar un primer tiempo prácticamente perfecto para los de Luis Enrique.
La fluidez en la circulación del balón y la presión alta de PSG desbordaron a la zaga merengue, que apenas inquietó al portero Donnarumma.
Tácticamente, el equipo parisino mostró una coordinación impecable:
los laterales se incorporaron con éxito al ataque y el mediocentro recuperó balones en zonas avanzadas, anulando a estrellas como Vinícius Jr. y Jude Bellingham.
La solidez defensiva y la eficacia cara al gol dejan al PSG con pie y medio en la gran final frente a Chelsea.
Ahora, el reto para el Real Madrid será recomponerse tras el descanso y buscar al menos un gol tempranero que dé un giro al encuentro.