Durante la concentración de la selección francesa para las semifinales de la Nations League, Mbappé tiró de humor para disimular la espinita:
Soltó una de las suyas, quizá para no sentirse tan solo tras quedarse sin la Champions al fichar por el Real Madrid.
Mientras Deschamps felicitaba a los cinco jugadores del PSG campeones de Europa, Mbappé giró hacia Marcus Thuram, subcampeón con el Inter, le puso “ojitos” y le soltó entre risas un sonoro “¡Marcuuuus!”.
La reacción provocó carcajadas en el vestuario, pero la cara de Thuram, entre resignación y sarcasmo, fue un auténtico poema.
Una escena espontánea que reflejó el ambiente distendido… y también el trasfondo competitivo que nunca desaparece entre los grandes.