En el marco del IV Foro Ministerial China-CELAC, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, propuso un nuevo eje de cooperación internacional basado en el diálogo de civilizaciones, desafiando la tradicional visión del "choque de civilizaciones" planteada por Samuel Huntington.
Desde Beijing, Petro hizo un llamado a superar las lógicas del Estado-nación y enfrentar la crisis climática con una agenda global centrada en la descarbonización y las energías limpias, impulsando un papel protagónico para América Latina, África y Asia.
¿Podrá el diálogo reemplazar a la imposición en la política global? ¿Qué rol jugarán América del Sur y China en esta nueva etapa?