El Partido Socialista despliega el cortafuegos tras la filtración de los mensajes entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el exministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana José Luis Ábalos. En el cuartel general del PSOE apuestan por rebajar el impacto de la publicación de El Mundo, a pesar de que la derecha no tardó en avivar las llamas de la hoguera. Desde diversos niveles de Ferraz se apunta a la “gravedad” que supone la filtración de unos mensajes que, según justifican, pertenecen a la “esfera privada”. Incluso hay quien airea que incluso pueden ser hechos constitutivos de delito, aunque otros amortiguan el golpe argumentando que “ya se conocían” y no “aportan absolutamente nada”.