América salió a las calles este Primero de Mayo entre aplausos al sindicalismo histórico y gritos de auxilio contra la precariedad. Desde Washington hasta Montevideo, miles de trabajadores, líderes indígenas, jubilados, funcionarios y migrantes marcharon para exigir sueldos dignos, reformas profundas y respeto a sus derechos, en una jornada atravesada por tensiones políticas, promesas presidenciales y economías al límite. Mientras unos Gobiernos hablaron de unidad, otros enfrentaron protestas encendidas.