Catalina, exconcursante de Gran Hermano, comparte su experiencia personal al ingresar al reality show mientras enfrentaba un trastorno alimenticio. En una entrevista sincera, Catalina expresa su enojo por la exposición pública de su vida privada por parte de su padre y exnovio. A pesar de las dificultades, destaca el apoyo recibido dentro del programa y cómo esto contribuyó a mejorar su bienestar emocional y físico.