Los miembros del grupo emergente BRICS+ debatieron la creación de una moneda respaldada por sus respectivas monedas, como alternativa al dólar, y les permitiría afirmar su independencia económica a la vez de competir con el sistema financiero internacional existente. Con el establecimiento de una moneda BRICS impactaría significativamente al dólar hegemón, lo que podría provocar una desdolarización, a su vez, esto tendría implicaciones para Estados Unidos y la economía mundial. Esto fortalecería la integración económica entre los países miembros, reduciría la influencia de Washington en el escenario global y alentaría a otros países a formar alianzas para desarrollar monedas regionales.