Habitantes de la frontera sur de México canjearon este lunes armas por electrodomésticos como parte de la campaña 'Sí al desarme y sí a la paz' del Gobierno y el Ejército para reducir la violencia en el país, mientras el crimen organizado se disputa el control del límite con Centroamérica.
La ceremonia ocurrió en el Palacio Municipal, la mayor ciudad de la frontera sur, donde un joven entregó la primera arma de fuego, de calibre 38, para que las autoridades militares y civiles la destruyeran.