Aunque en este momento no se han registrado daños significativos en infraestructura o viviendas, los habitantes del sector temen que la situación se agrave en los próximos días, especialmente con el inicio de la temporada de lluvias en la región, cuando aumenta el riesgo de deslizamientos de tierra y la posibilidad de que se tapen las vías principales, lo que dificultaría aún más el acceso y las labores de rescate si la situación empeora.