El reparto de los menores inmigrantes vuelve a provocar una polvareda política.
La cuestión es que el Gobierno de Pedro Sánchez ya ha dejado claro que tiene que obedecer a los subordinados de Carles Puigdemont en el Congreso de los Diputados y la cifra a asumir por Cataluña será irrisoria en comparación con la que tendrá que acoger Madrid.
Y no solo es que los independentistas mandan, sino que además se permiten el lujo de vejar a España con el comentado gesto de la diputada Miriam Nogueras.
La secesionista se negó en redondo a hablar con los medios de comunicación en una sala en la que estaba colocada la bandera española.