El fotógrafo Pablo Grillo resultó gravemente herido por una granada de gas lacrimógeno durante la protesta por los jubilados. El incidente ha generado un intenso debate sobre el uso de la fuerza policial y las circunstancias que rodearon el evento. Mientras Grillo lucha por su vida en el Hospital Ramos Mejía, la justicia investiga posibles delitos relacionados con la marcha, incluyendo sedición y asociación ilícita. La situación ha polarizado a la sociedad, con acusaciones cruzadas entre manifestantes y fuerzas de seguridad.