Lo de Sánchez, aunque los paniaguados de la ‘Brunete Pedrete’ mediática hagan que no se enteran, es patéticamente ridículo.
El marido de Begoña viaja por Europa presentándose como paladín de la defensa de Ucrania, de las esencias de la Unión Europea y como mascarón de proa de la ofensiva planetaria contra Donald Trump.
Un postureo que se compadece mal con su debilidad parlamentaria, sus peajes a separatistas, proetarras y zarrapastrosos anti Occidente y sobre todo con la cruda realidad.
Que un tipo que no es capaz de garantizar ni la seguridad de la valla de Melilla y que mira impotente como circulan por el Guadalquivir, como Pedro por su casa, las narcolanchas, se ofrezca ufano para liderar el pulso con EEUU, la batalla contra Rusia y el mayor esfuerzo armamentístico de la historia de la Unión Europea es la garantía de que el plan es una filfa.
En la Torre Spasskaya del Kremlin, donde Putin tiene su despacho, se descojonan. Y en el Pentágono, donde hace 21 años asistieron atónitos al espectáculo de Zapatero retirando como conejos a las tropas españolas de Irak, se parten la caja.
Pero a dónde va el marido de la catedrática, el hermano del genio de la ópera, el padrino de Ábalos, líder mundial en mentiras, palmadas en la espalda y frases huecas.
Dice el amo del PSOE, matizando su súbito ardor guerrero, que España sólo participará en una misión militar si obtiene ‘garantías’.
¿Garantías de quién y de qué?
A las guerras, paisano, se va con todas sus consecuencias o no se va. Lo demás, como es de sobra conocido, son mamonadas.
Por ese lado, los de Podemos y Sumar pueden estar tranquilos: no habrá españoles pegando tiros y recibiendo bombazos en las trincheras ucranianas, como no habrá soldados alemanes, italianos, franceses o británicos.
Entre otras razones, porque en cuanto detectasen los rusos su presencia en el frente, se iban a emplear contra ellos con vesania y ningún político de la opulenta, obesa y cómoda Europa está dispuesto a asumir el chorreo de sacos mortuorios y funerales.
O sea que Zelensky ya puede espabilarse, porque esta en esto más solo que la una, y todo se quedará en incrementos del gasto publico, deuda, transferencias bancarias y mucha palabrería.
Y aquí entre en juego el PP, porque el Titán de Tetuán -que apañará con Sumar pero no tiene seguros los votos de Podemos- exige a Feijóo que compense el abandono de sus socios apoyando en el Congreso de los Diputados el aumento en gasto militar.
Espero que los populares no sean tan pardillos como para tragarse la recurrente filfa de las ‘razones de Estado’, pero no estoy cien por cien seguro, porque en Genova 13 impresionan mucho las criticas que llegan desde El País, Cadena Ser, RTVE o LaSexta.
Esta vez resistan, señores del PP.
Y cuando les entren las dudas y el canguelo, recuerden que no depender del etarra Otegi o del golpista Puigdemont si que es un ‘asunto de Estado’ y al marido de Begoña siempre le ha importado un comino.