La Corte Suprema ha rechazado la solicitud de licencia del juez federal Ariel Lijo, quien buscaba mantener su cargo mientras asumía un puesto en la Corte por decreto. Esta decisión genera incertidumbre sobre su futuro, ya que Lijo no desea renunciar a su actual posición sin la seguridad de ser confirmado por el Senado. La situación refleja las complejidades políticas y judiciales actuales, con implicaciones significativas para el sistema judicial argentino.