Este 29 de enero de 2025 se produjo una imagen que quedará para siempre en la Historia de España.
La foto del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, entrando a declarar en el Tribunal Supremo destruye hasta la pituitaria más taponada por la pestilencia que tiene el hecho en sí.
A fin de cuentas, que el responsable de velar por el cumplimiento de las normas judiciales esté imputado y se haya empecinado en seguir en su cargo da la medida exacta de hasta dónde es capaz de llegar el Gobierno de Sánchez.