Luego de dos años de inestabilidad económica, el gobierno boliviano finalmente tomó acciones hacia los problemas que sufrían las constructoras privadas. La escasez de divisas, la falta de combustible y la reducida inversión pública en infraestructura son algunos de los desafíos que impedían el crecimiento de este sector. Se prevé que el reajuste represente una oportunidad de crecimiento para la economía del país.teleSUR