Sin demora, sin sorpresas y sin contención. Durante semanas, el presidente Donald Trump y su equipo habían asegurado que su llegada a la Casa Blanca marcaría el inicio de una avalancha de órdenes ejecutivas y decisiones trascendentales para transformar Estados Unidos, y han cumplido ampliamente con lo prometido. Apenas unos minutos después de prestar juramento, comenzó un flujo constante de medidas enfocadas en las principales prioridades del movimiento MAGA. En el ámbito migratorio, se declaró una emergencia nacional para desplegar recursos y tropas. En el terreno cultural, se inició un enfrentamiento directo contra las políticas de igualdad, diversidad e inclusión, afirmando que "solo existen dos géneros". Por último, en el ámbito ambiental, se desmantelaron políticas orientadas a combatir el cambio climático y avanzar hacia la descarbonización.