No es coincidencia que solo una vivienda haya sobrevivido intacta entre cientos de casas destruidas por el fuego en el vecindario de Palisades. Sus propietarios, Michael y Karina, se habían preparado meticulosamente. Michael, arquitecto de profesión, eligió materiales de construcción ignífugos, como el microcemento para revestir la fachada, lo que contribuyó a la resistencia al fuego de la vivienda. En el techo, colocó plantas y rocas volcánicas que formaron una capa protectora sobre la cubierta, mientras que la chimenea contaba con un sistema de rociadores de retardante de fuego para evitar la propagación. A pesar de estar a distancia, Michael y Karina observaban con angustia, a través de las cámaras de seguridad, cómo el fuego se acercaba a su hogar y cómo las chispas se cernían sobre la fachada sin que se encendiera. Aunque se sienten aliviados por la supervivencia de su casa, reconocen que no hay mucho que celebrar, ya que muchos de sus vecinos han perdido todo.