WhatsApp, una de las aplicaciones de mensajería más utilizadas del mundo, no cobra a los usuarios normales ni muestra anuncios, pero sigue siendo muy rentable.
El secreto de su monetización reside en los servicios dirigidos a empresas, ofrecidos a través de WhatsApp Business. Con este servicio, las empresas pueden interactuar directamente con sus clientes, enviando notificaciones y promocionando productos a través de la aplicación.
Este modelo ofrece a las empresas un canal de atención rápido y automatizado, cobrando tarifas específicas por la API de WhatsApp Business. Otro pilar de la monetización de WhatsApp es la publicidad en plataformas relacionadas.
Las empresas pagan por promocionar productos en Facebook e Instagram, con enlaces directos a las conversaciones de WhatsApp.
Este flujo genera miles de millones en ingresos para Meta, la empresa matriz de WhatsApp. En comparación con otras apps como Snapchat y Discord, WhatsApp adopta un enfoque más discreto, sin anuncios directos en la plataforma.
El futuro apunta a una monetización aún más centrada en integraciones corporativas, pagos directos y asociaciones, al tiempo que se mantiene la gratuidad de la app para los usuarios individuales.