Un entrenamiento excesivo puede dañar tu salud, provocando inflamación, hinchazón y esguinces. Escuchar a tu cuerpo durante el entrenamiento es esencial para saber cómo te sientes y cuánto tiempo necesitas para recuperarte. Si te sientes agotado y dolorido al día siguiente de un entrenamiento, es señal de que te has excedido. La Clínica Mayo advierte que entrenar con demasiada frecuencia o intensidad puede provocar distensiones, calambres y fracturas por estrés. Es fundamental incluir días de descanso en la rutina y no entrenar el mismo grupo muscular dos días consecutivos. Los expertos sugieren entrenar cada músculo al menos dos veces por semana y realizar entre 150 y 250 minutos de ejercicio, con días de descanso. La recuperación post-entrenamiento es crucial porque el sistema muscular repara las fibras dañadas por el estrés del ejercicio. Ignorar las señales del cuerpo durante el entrenamiento puede provocar lesiones graves y comprometer el progreso físico. Una rutina equilibrada de ejercicio y descanso ayuda a prevenir el sobreentrenamiento y mantiene el cuerpo sano. Cuidar el cuerpo durante el entrenamiento no sólo mejora el rendimiento físico, sino también el bienestar general.