Si tienes las puntas de tu cabello ásperas, abiertas o secas, y se rompen con facilidad al lavarlo o peinarlo significa que tu pelo está dañado. Varios factores pueden causar este problema, pero hay formas de minimizar e incluso reparar los daños. Hidrátalo en profundidad todas las semanas con mascarillas ricas en queratina y aceite de argán. Cortar regularmente las puntas dañadas. Reducir el uso del calor y aplicar protector térmico. Utilizar productos específicos para cabellos dañados. Aplicar aceites naturales en las puntas. Mantener una dieta rica en vitaminas esenciales para un cabello sano desde la raíz.