Momento descacharrante en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, era preguntada en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados por la parlamentaria Patricia Rodríguez, del PP, sobre las razones del incremento de las agresiones sexuales en el ejercicio de 2023.

La titular comenzó a responder, pero agotados sus tres minutos de intervención, el micrófono se le apagó y comenzó una escena surrealista en la Cámara Baja.

Porque Redondo siguió hablando como si con ella no fuera el asunto.

Dio igual tener desconectado ya el micrófono. La socialista continuó dando la chapa a pesar de las advertencias de la presidenta del Congreso, Francina Armengol:

Señora ministra, se le ha acabado el tiempo.

Pero la responsable de Igualdad continuó hablando de pie y desde su escaño pese a tener el micrófono apagado, sin poder ser escuchada sus respuestas por los presentes en el hemiciclo. Una acción que causó el rechazo y la hilaridad del resto de diputados, especialmente de la bancada del Partido Popular, que empezaron a abandonar sus escaños.

Y como Redondo no se enteró de que hacía varios segundos que su tiempo se había agotado, empezó a indignarse al ver el trasiego de parlamentarios y de risas burlonas a su alrededor:

Así no puedo, no puede ser. Es imposible.