Alfonso Rojo: “Las lágrimas del comunista Alberto Garzón, virgen por delante y mártir por detrás”
  • hace 2 meses
Desde Periodista Digital queremos solidarizarnos hoy con el comunista Alberto Garzón, ministro de Consumo de Pedro Sánchez durante cuatro años.
Nos mueve a solidarizarnos con el antiguo jefe de Izquierda Unida la piedad, porque nadie sabe lo que está pasando el pobre.
Virgen por delante y mártir por detrás.
Para que no haya malos entendidos, quiero puntualizar que no hay nada personal. Conocí al figura en la época en que yo iba a diario a tertulias televisivas y me pareció un fulano educado, suavón y más corto que el rabo de una boina.
No voy a citar a Sánchez , aquel que propugnaba ante Risto el cierre de las ‘puertas giratorias’ y acabar con la perversa práctica de colocar a dedo de expolíticos en puestos clave tanto de la Administración y en los consejos de las grandes empresas, especialmente en sectores regulados como energía, telecomunicaciones, defensa o banca, donde el negocio depende en gran medida de decisiones políticas, porque la palabra del jefe del PSOE es una mierda como el sombrero de un picador.
Prueba de ello es lo de su exvicepresidenta Carmen Calvo, a la que ha enchufado como mandamás del Consejo de Estado y que preguntada al respecto, se justifica diciendo que "el presidente Kennedy nombró a su hermano fiscal general”.
Vamos a céntranos en el protagonista del día. El pasado martes se conoció que Garzón, el que clamaba en LaSexta contra las ‘puertas giratorias’, fichaba por ‘Acento’, el pringoso lobby que dirige el también exministro socialista Pepiño Blanco, especializado en solventar -a cambio de unos cientos de miles de euros- cualquier dificultad que una compañía nacional o extranjera tenga con la Administración.
Ante el cachondeo general y alertado por sus camaradas de Sumar y Podemos, asustados ante lo que puede perjudicarles electoralmente, Garzón dice ahora que renuncia a ‘Acento’ y que se queda de momento con los 5294 euros mensuales que cobra como indemnización, por haber estado sentado, rascándose la barriga, en el Consejo de Ministros.
Ha hecho el anuncio con un tuit lacrimógeno en X, donde escribe que la política es una ‘trituradora de personas’ y que le duele mucho lo que le han hecho “tras años de dejarse la salud en un proyecto colectivo’.
¡Hay que tener caradura!
Este es el tipo que montó una campaña desde el Ministerio para que los españoles no comiéramos carne, porque las vacas contaminaban muchísimo y sirvió en su boda bogavante, foie y…¡solomillos!
El que a la semana de instar a la ciudadanía a apretarse el cinturón, se fue por todo lo alto de luna de miel a Nueva Zelanda.
El que gastó un pastón de dinero público en una campaña publicitaria, para que prohibiéramos a las niñas jugar con muñecas y hasta convocó una manifestación en el Retiro, a la que acudieron 50 personas.
Que no se me enfade nadie, pero no entiendo como puede haber en España más de 8 millones de gilipollas que votan a estos majaderos.
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