Alfonso Rojo: “¿Por qué Junqueras va de oveja, mientras Puigdemont actúa como una hiena con Sánchez?”
  • hace 3 meses
El enigma, la pregunta, la cuestión es quién pierde más si la tramoya se viene abajo.

¿Un Puigdemont que se queda sin regreso triunfal a Barcelona o un Sánchez que se queda sin sillón, sin legislatura y sin Gobierno Frankenstein?

En mi opinión, es el jefe del PSOE quien lo tiene más crudo y eso explica que lleve tantas semanas a cuatro patas y que, además de la amnistía ilegal, vaya a facilitar a Junts un arsenal jurídico para usarlo contra la Constitución.

Antes de seguir con la derechona xenófoba y sus apaños con los socialistas, creo que merece la pena reflexionar un instante sobre Junqueras y la izquierda golpista catalana.

Muchos de ustedes se estarán preguntando a qué se debe el que, si comparten el mismo plan que es separarse de España, Junts tenga siempre en un brete a Sánchez, mientras Esquerra exhibe una mansedumbre ovina ante el ‘okupante’ de La Moncloa.

Muy simple.

En el primer caso, todo lo que puede hacerle Sánchez a Puigdemont es no prestarle el Falcón para su viaje de vuelta a España.

Con Esquerra es muy diferente, porque los de Junqueras gobiernan la región con 35 diputados, en un Parlament de 135, y necesitan al PSC para seguir manteniendo sus cargos, chupetines, sueldos y subvenciones.

No se pueden permitir mear fuera del tiesto sopena de perder el chollo y se conforman, de momento, con lo que apañaron entre bambalinas a cambio de apoyar la investidura del felón, el pasado 16 de noviembre de 2023.

Haga lo que haga, Puigdemont gana, porque los socialistas andan tan embadurnados de indignidad, que ya no se pueden echar atrás y en cuanto pasen las elecciones gallegas, volverán a ponerse en pompa y con los pantalones bajados.

No compren la mercancía averiada que distribuyen El País, LaSexta, TVE, RNE, Cadena SER y resto de ‘masajistas’ al servicio de La Moncloa.

Los periodistas del pesebre están intentando colarnos la humillante derrota de su patrón como un épico acto de resistencia a los abusos del separatismo.

Como si el frenazo temporal de la Ley de Amnistía fuera consecuencia de las líneas rojas trazadas por Sánchez y no de la negativa de Puigdemont a conformarse con algo que no incluya el 100 por ciento de sus exigencias.

Pasado el 18 de febrero, retornará la Ley de Amnistía al Congreso de los Diputados, convenientemente cepillada en la Comisión de Justicia, y si Puigdemont se empeña en que le entreguen también a ‘Turca’, la perra de aguas que los Sánchez tienen de mascota en La Moncloa, se la dan.

Aunque anuncie que es para despellejarla, hervirla en vinagre, asarla a fuego lento y aderezar la carne con soja, que es como se zampan a los perros los perversos gourmets chinos.
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