Rubiales se marca un ‘Lobo de Wall Street’ y anuncia querellas contra Irene Montero y comparsas: "¡No voy a dimitir!"

  • hace 9 meses
Los tiene Luis Rubiales como el caballo de Espartero.

Y se ha pasado a toda la 'parroquia' -periodistas, tertulianos, políticos, progres, pichaflojas y comparsas- por el mismo sitio que se tocaba ordinario en el palco, a un par de metros de la Reina de España, cuando la selección femenina marcó a Inglaterra y se fue hacia el título de Campeona del Mundo.

Contra todo pronóstico y lo que todos los 'expertos' anunciaban, Rubiales no dimite como presidente de la Federación Española de Fútbol.

Lo ha hecho público este 25 de agosto de 2023, tras conocerse las primeras conclusiones de la investigación realizada por la dirección de Integridad del ente federativo, en el que se subraya  que "no existió conducta que invite a concluir que se forzó, violentó o agredió" a la jugadora Jenni Hermoso.

El anunció, muy al estilo del personaje, ha sido para enmarcar.

«No voy a dimitir, no voy a dimitir. Digo yo, ¿qué es lo que he hecho? ¿Un pico consentido es para sacarme de aquí? Voy a luchar hasta el final».
«Aquí se está ejecutando un asesinato social, se me está acusando de matar. Como españoles tenemos que hacer un análisis de hacia dónde vamos. Ser campeones del mundo es lo más grande que hay en el fútbol. Hemos luchado mucho por eso».

Mirando a la cara a los periodistas, a los que se ha puesto cara de pasmo, Rubiales ha explicado lo sucedido con Jennifer Hermoso, a la que besó durante la celebración de la victoria del Mundial femenino en Sídney el pasado 20 de agosto:

«Quien vea el vídeo entenderá que ante 80.000 personas en el momento. Ante toda la gente que había allí, entre ellas mi familia. El deseo que podía tener en ese beso era el mismo que el que podía tener dándole un beso a una de mis hijas. Por lo tanto, no hay deseo y no hay posición de dominio, aunque se esté vendiendo en los medios».
«Le dije (a Jenni Hermoso) ‘no llores, tienes que estar orgullosa’. Ella me levantó del suelo, me cogió de las caderas. Casi nos caemos y al levantarnos, nos abrazamos y yo le dije: ‘Olvídate del penalti, sin ti no habríamos ganado el Mundial’. Me dijo que yo era un crack y le dije: ‘¿Un piquito?’ Ella lo entendió y lo vio como una anécdota».

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