Según los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades), nueve de cada diez niños no comen la cantidad de verdura recomendada. Te enseñamos seis maneras ingeniosas para conseguir que tus hijos coman toda la verdura necesaria sin que se den cuenta. Prueba añadiendo arroz de coliflor al puré de patatas. Si lo combinas con mantequilla, ajo y hierbas, tendrá exactamente el mismo sabor que el convencional. Las verduras ralladas funcionan muy bien en hamburguesas o albóndigas, ya que ayudan a que la carne se mantenga húmeda.  La calabaza, la zanahoria o incluso el calabacín se pueden camuflar fácilmente de esa manera. Los platos de pasta son perfectos para que los niños coman más verduras sin que se den cuenta, ya que se pueden añadir fácilmente en la salsa. Si preparas salsa boloñesa, puedes cambiar la mitad de la carne por champiñones, cebolla y tomates. También puedes cambiar la mitad de los espaguetis por fideos de calabacín. Las espinacas y la col rizada se pueden ocultar fácilmente en los batidos sin cambiar el sabor, así que tu hijo no lo notará. A la mayoría de los niños les encantan las patatas fritas, así que puedes probar de hacer patatas fritas vegetales en una freidora de aire y mezclarlas con patatas fritas normales.