Tener paciencia es vital para una buena convivencia. Diferenciar la paciencia de la prisa

  • el año pasado
¿Qué es la paciencia? ¿Por qué debemos tener paciencia?

La paciencia es una actitud que tenemos frente a las cosas que nos pasan con las personas con las que nos relacionamos. Vivimos en una sociedad en la que tenemos tanto relaciones presenciales como virtuales. La paciencia es buena para controlar situaciones y mantener la calma en momentos difíciles o complicados.

La paciencia nos hace mantener o soportar situaciones que no siempre son agradables. Incluso, en situaciones más o menos adversas o que nos producen sufrimiento. Hay momentos o situaciones que pueden ser más propicias para perder la paciencia. Por ejemplo, al volante de un automóvil. Los atascos, una mala maniobra, etc. nos suelen hacer la paciencia con facilidad -no solo la paciencia, sino también los buenos modales-.

Diferenciar la impaciencia de la prisa
La impaciencia sería el estado previo a la prisa. Sería la incapacidad de mantenernos tranquilos o soportar determinadas situaciones incómodas o no.

La prisa sería la respuesta a la impaciencia. Sería la forma de buscar una salida a esa situación que nos produce la impaciencia.

¿Qué significa ser impacientes?
La impaciencia depende de cómo sea cada persona. De cómo sea su carácter y su personalidad. La impaciencia tiene mucho que ver con las cosas con las que nos relacionamos.

La impaciencia es dejarnos llevar, en muchos casos, por las emociones y los sentimientos. Tanto el amor apasionado como la belleza de un paisaje puede llevarnos a ser impacientes en vez de a disfrutar de la experiencia. Damos prioridad a la necesidad de hacer cosas y a construir experiencias, más que a disfrutarlas.

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