Niños y adolescentes están en una situación de vulnerabilidad constante y pueden ser víctimas potenciales de pedofilia, dado a que no son conscientes de los peligros en la red y los adultos responsables no logran explicarles de manera clara y efectiva.
“Si no le ponemos un freno a la mal llamada pornografía infantil -porque los niños y las niñas no son actores o actrices porno, sino que son victimas de abuso sexual- la explotación sexual de menores estará equiparado a los niveles del narcotráfico para el año 2030”, advirtió Hernán Navarro, abogado 4.0 y director Ejecutivo de la ONG Grooming Argentina.