Carlos Alsina, enérgico ante la nueva cortina de humo del Gobierno Sánchez para tapar su gran negligencia
  • el año pasado
Contundente.

Carlos Alsina, en su editorial de este 21 de febrero de 2023, fue más allá de la decapitación política del presidente de Renfe, Isaías Taboas, y de la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera.

Para el director de 'Más de uno' (Onda Cero) es lógico que haya habido ceses por mor de la chapuza de los trenes en Asturias y Cantabria, pero cree que no es el único ámbito donde deberían de haberse producido salidas forzadas.

La ministra de Transportes entregó las cabezas de su secretaria de Estado Pardo de Vera y su presidente de Renfe Isaías Taboas. Pesos pesados que han dejado de serlo un mes después de que saliera a la luz la chapuza de los trenes que iban a ser o demasiado grandes o demasiado pequeños (no habiendo cambiado, que se sepa, el tamaño de los túneles).

¡Chapuza, escándalo, que alguien sea decapitado!, exclamaron a dúo los presidentes de Asturias y Cantabria. La ministra de Transportes, que dice haber reaccionado desde el primer momento… intentó sofocar la revuelta de sus dos compadres cantábricos haciendo pasar por culpables y ajusticiados a dos cargos intermedios que, según se supo luego, estaban uno al borde de la jubilación y el otro, del traslado. No coló.

Alsina recalcó que esa era la única decisión que tenía que producirse, pero que también había otros ámbitos en los que la chapuza es más que evidente, la ley del solo sí es sí, y nadie pone remedio a la misma:

Al final rodaron cabezas. De las importantes. No tan importantes como la de la ministra, que ésta permanece, pero sí lo bastante como para que Revilla y Barbón puedan regresar hoy a su tierra vencedores y clavar hoy mismo de una pica las dos cabezas, una en Suárez de la Riva y la otra, en Peña Herbosa. He aquí los responsables de la chapuza, pagan con su dimisión los efectos de la negligencia. Por los trenes sí ha habido dimisiones. Por el sólo sí es sí, no. Parece un trabalenguas pero es la enseñanza política que nos deja lo que llevamos de año.

Para el comunicador de Onda Cero, el Ejecutivo de Sánchez solo se dedica en este asunto a poner excusas sin fuste:

En un caso no le cabe duda al Gobierno de que una gestión negligente, y de consecuencias desgraciadas, ha de pagarse políticamente con dimisiones. En el otro caso -y ya han pasado cuatro meses- nadie ha asumido la negligencia, nadie ha ofrecido su cabeza, a nadie se le ha cortado. Con el 'sólo sí' persiste el Gobierno en echar balones fuera y hablar del aluvión de rebajas de penas como si fuera una inundación, una gota fría, un volcán que ha entrado en erupción sin que nadie pueda atribuirse lo ocurrido a la mano del hombre. O de la mujer.
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