Como ministra, además de rendida adoratriz de su jefe Pedro Sánchez, todo lo que se puede decir de Raquel Sánchez es que es una inepta de tomo y lomo.
Cuatro horas duró este 31 de agosto de 2022 la forzada comparecencia de la ministra de Transportes en el Congreso, y cuatro horas estuvo la tal Raquel buscando excusas, eludiendo el tema y soltando obviedades.
Sobre el grave incidente, que se produjo el pasado 16 de agosto en el interior de un tren en Bejís, Castellón, donde estuvieron a punto de morir abrasados 50 pasajeros, la titular de transportes se limito a manifestar su "solidaridad" con los afectados.
Con una desvergüenza notable, afirmó que ADIF autorizó la salida del tren Valencia-Zaragoza -cuando ya habían sido desalojadas localidades del recorrido por la fiereza de las llamas- porque no tenía conocimiento de incidente de la vía en la zona.
"Es decir, el gestor de infraestructuras no recibió información sobre un posible incidente en la zona".
Tanto los representante de VOX como los del PP dejaron claro que no dice la verdad y pusieron en cuestión su cualificación para ser ministra.

Le apretaron duro, también, sobre el tren extremeño. Todo en un formato muy confuso, pues se pasaba de hablar del tren de Bejís que se encontró con un incendio forestal a las incidencias del Alvia en Extremadura, por decisión del Gobierno Sánchez, empeñado en tapar todas sus pifias.
Como es habitual en la política española desde hace un tiempo, los diputados del PNV, Compromís, Podemos, ERC y Ciudadanos dieron por válida la explicación de la subalterna de Sánchez.
No así PP o VOX. Patricia de las Heras, de la formación verde, dijo que «el Gobierno no supo informar a Renfe y Adif» y que las responsabilidades son exclusivas del Ejecutivo: «Este es el resultado de su gestión».
El diputado de los populares Óscar Clavell incidió en que «no cumplieron la obligación de limpiar 8 metros alrededor de las vías» y señaló que el Ministerio de Transportes «lanzó hacia un peligro de muerte a 50 personas».
Raquel Sánchez, despidió la comisión diciéndole a los del PP que la pusieron en un brete: «No les tenemos ningún miedo, pero ustedes son nocivos para España y para las clases medias y trabajadoras españolas».