España está a las puertas de un cambio de régimen mientras Pedro Sánchez se cambia, no de chaqueta pero sí de camisa, y adopta atuendos floreados, muy del gusto del sudeste asiático, para que le realcen bien la figura al 'figura'.

Hemos visto ya la derogación del delito de sedición, estamos asistiendo al 'cepillado de uñas' de todos los malversadores y ladrones que el Sistema ha dado en cuarenta años, que han sido muchos y ahora nos ha tocado hablar del 'sí es sí', que está obrando en beneficio de violadores, y no será porque no se lo habían advertido a la ex cajera Irene Montero y a sus adláteres, Rosell y Pam.

Quieren acorralar a jueces y abogados las podemitas del Ministerio de Igualda, cepillándose pilares básicos del Estado de Derecho. Decía el pasado miércoles Gabriel Rufián, 'muñequito' de los secesionistas en Madrid que están trabajando en 'esto' de la malversación, pero sólo para ladrones si son de ERC, no sea que se les cuelen los de la antigua y corrupta Convergencia, o algunos corruptos del PSOE andaluz.