Eurico Campano: “El aberrante coqueteo podemita con el abuso a menores”

En muchas ocasiones hemos hablado de la doble vara de medir de la izquierda, y de ese neomarxismo que amenaza con socavar los cimientos más básicos de nuestra sociedad, acabar con nuestros principios y valores, sedimentados en nuestras modernas sociedades occidentales desde hace más de treinta siglos en tres pilares: en la Filosofía griega, en el Derecho romano, y en la Cruz. Los marxistas, socialistas y comunistas, quieren destruir todo esto porque su objetivo es el control. El control, no sólo desde el punto de vista económico, como explicaba el doctor Daniel Lacalle en 'La Retaguardia' hace algunos días; su objetivo es el control total y la destrucción de la libertad individual.

Las mismas feministas, marxistas, que criminalizan el piropo o una miríada de comportamientos machistas, no sólo en el ámbito social o laboral sino incluso en el doméstico o en el familiar, o que hacen negocio con la nueva moda de implantar, por obligación legal, los ya famosos 'puntos violeta', callan cuando lo que toca es denunciar los abusos a las mujeres perpetrados por regímenes como el iraní, del que se lleva diciendo -y publicando- años que ha contribuido a la financiación de Podemos.

El colmo del esperpento lo hemos vivido esta semana cuando hemos escuchado a la ministra de 'Igual-da' defender, en sede parlamentaria, todo un aberrante argumentario según el cual los críos tienen libertad para decidir sobre su cuerpo... no sólo para rechazar abusos sino para elegir con quien quieren consentir contactos. ¡Irene! ¡Sacad vuestras sucias manos de nuestros hijos!