El PSOE sigue noqueado tras el palo que se llevó en las elecciones andaluzas. Y Pedro Sánchez no se aclara sobre qué estrategia debe adoptar para frenar a Feijóo.

Los sondeos colocan al PP por delante del PSOE desde hace meses. Algunas encuestas atribuyen a Feijóo hasta 150 escaños, que sumados a los que sacará VOX garantizan una holgada mayoría absoluta al centroderecha en próximas elecciones.

Sánchez minimizó los resultados andaluces como si fuesen un accidente y siguió con una purga en el partido que sonaba más a vendetta que a renovación.

Con Patxi López como portavoz parlamentario, comenzó un verano de insultos constantes a Feijóo, tildado de insolvente, inmaduro, cínico, trumpista, extremista, vago, sectario, incompetente…

La nueva portavoz socialista, Pilar Alegría, aseguró que Sánchez no iba a celebrar un debate público con Feijóo en el Senado. Y, en cuestión de horas, Sánchez dice que habrá debate y que arrasará a Feijóo, convencido de que dejará mal a su rival, presentándolo como un recién llegado, que no conoce de verdad la política nacional y menos la internacional.