James Phelps llega en coche hasta una tienda de alfombras artesanales, cerrada en ese momento y de detrás del mostrador coge unas foto y una casette.
Buenas días, señor Phelps.
Este hombre (foto), Frank Delaney, controla los puertos para el sindicato. Los muelles son propiedad pública, pertenecen a la ciudad, sin embargo ningún barco puede atracar, nada puede ser descargado sin pagar al hampa.
Todos los esfuerzos`para desalojar a Delaney y al sindicato por medios legales convencionales han fracasado.
Todos los testigos potenciales contra ellos han sido asesinados.
El Gran Jurado terminará su sesión dentro de setenta y dos horas.
Su misión, Jim, si decide aceptarla, es conseguir las pruebas necesarias para deshacer el total dominio del hampa en los puertos.
Esta grabación se autodestruirá en cinco segundos.