Cuando la oferta laboral del bar era: «Se busca camarera responsable, guapa y un poco puta»
- hace 3 años
“Los tiempos cambian una barbaridad”. Habrá quien piense que el autor de la frase es un importante investigador científico y que la soltó en alguna conferencia, pero no, no es así.
No hay un erudito entre bambalinas. La expresión, muy repetida coloquialmente, es una deformación de ‘Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad’ y se la debemos a una canción de la zarzuela ‘La verbena de la Paloma’, estrenada 1894.
Pues ‘los tiempos cambian una barbaridad’ y para comprobarlo basta echar un vistazo a este anuncio, que puso un bar de la localidad gallega de Ordes hace sólo cinco años:
«Se necesita camarera para bar de pueblo a una hora de Santiago y a 15 minutos de Arzúa y Ordes, imprescindible chica trabajadora, responsable, guapa y un poco puta con un trato agradable con los clientes. Incorporación inmediata y contrato fijo. Sueldo 1500 euros. Opción alojamiento si eres de lejos».
En aquel entonces las redes ardieron y se montó tal follón que incluso el incidente llegó hasta le Parlamento Gallego donde el caso fue criticado por la diputada socialista Carmen Gallego.
Hoy en día, en vísperas de la celebración (aunque prohibida) de un nuevo 8M, no nos imaginamos lo que habría ocurrido.
No hay un erudito entre bambalinas. La expresión, muy repetida coloquialmente, es una deformación de ‘Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad’ y se la debemos a una canción de la zarzuela ‘La verbena de la Paloma’, estrenada 1894.
Pues ‘los tiempos cambian una barbaridad’ y para comprobarlo basta echar un vistazo a este anuncio, que puso un bar de la localidad gallega de Ordes hace sólo cinco años:
«Se necesita camarera para bar de pueblo a una hora de Santiago y a 15 minutos de Arzúa y Ordes, imprescindible chica trabajadora, responsable, guapa y un poco puta con un trato agradable con los clientes. Incorporación inmediata y contrato fijo. Sueldo 1500 euros. Opción alojamiento si eres de lejos».
En aquel entonces las redes ardieron y se montó tal follón que incluso el incidente llegó hasta le Parlamento Gallego donde el caso fue criticado por la diputada socialista Carmen Gallego.
Hoy en día, en vísperas de la celebración (aunque prohibida) de un nuevo 8M, no nos imaginamos lo que habría ocurrido.