Un guacamayo interrumpió la práctica del equipo nacional de fútbol femenino, al posarse tranquilamente en la cabeza de una jugadora, en Río de Janeiro.
La escena generó la risa de sus compañeras de equipo.
Finalmente, con la ayuda de otra persona, pudieron ahuyentar al ave, que siguió su vuelo y se alejó del campo.
La futbolista brasileña Bruna Benites, sobre cuya cabeza se posó el ave, bromeó diciendo que el incidente podía traerle suerte y que tal vez jugaría un boleto de lotería.