Las caceroladas de protesta, ante la sede del PSOE y en todos los barrios de Madrid, desbordan el despliegue policial del Gobierno Sánchez

  • hace 4 años
El movimiento va cogiendo impulso, se extiende como una mancha de aceita y crece cada día.

En apenas una semana, lo que originalmente fueron unos pocos en la calle Núñez de Balboa del centro de Madrid, son ahora centenares en Las Tablas, Paseo de la Castellana, Paseo de la Habana, Pinar de Chamartín, Aravaca y la calle de Cea Bermúdez, Pinar de Chamartín, Aluche y cientos de barrios de multitud de ciudades españolas.

 Pero si hay un sitio en el que las ollas están sonando con fuerza desde hace dos días es en la calle de Ferraz, frente a la sede del PSOE, donde este 17 de mayo de 2020 un nutrido contingente de participantes se agolpaba en las aceras desde las 20.30 horas, media hora antes de que dé inicio la concentración, al grito de «Dimisión».

«Yo tengo un familiar muerto. ¿Y tú?», lleva escrito en un papel uno de los vecinos, en referencia a las víctimas que deja la pandemia, que se encuentra justo a la puerta de la sede del Partido Socialista.

 Hasta el lugar, por orden del ministro Fernando Grande-Marlaska y del delegado del Gobierno en la capital de España, se desplazaron a toda urgencia varios dos furgones de la UIP de la Policía Nacional.

Sobre el cielo de Madrid, como si se acabara el mundo, helicóptero.

En las inmediaciones, varios coches patrulla del Cuerpo Municipal, velando para que los manifestantes cumplan la ley y la distancia de separación.

Al mismo tiempo, diez furgonetas de la UIP desplegados en Núñez de balboa y alrededores.

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