Incluso antes de nacer, los bebés tienen determinado el color de su ropa, de su cuarto, todo, de acuerdo a su género. Si es niña, llenamos el armario y las paredes de rosa, si es niño, lo hacemos de azul. Pero, ¿por qué?, ¿siempre ha sido así?. La verdad es que durante el siglo XIX se solía vestir a los niños de blanco o incluso de negro. Fue a inicios del siglo XX que se empezaron a usar colores diferentes para la vestimenta de los niños de acuerdo a su género. ¡Pero los colores eran totalmente contrarios a los de hoy!. El rojo era asociado con la valentía, la fuerza, y por lo tanto, se utilizaba el rosa para los varones, por ser una tonalidad menos fuerte. Por otra parte, el azul, era el color de la pureza, la delicadeza y lo virginal, por lo que se asociaba a las niñas. Pero durante la Primera Guerra Mundial, se empieza a vestir a los niños de color azul, por las chaquetas de los soldados de la marina. Pero no es hasta los '80 que la sociedad cambia radicalmente su posición, y se empieza a comercializar la ropa y juguetes, de color azul para niños, y de rosa para niñas. En definitiva, la imposición estereotipada de los colores es relativamente nueva. ¿Y por qué no innovar?.