Bruselas, Bélgica. Un vidente descubre aspectos privados de diferentes personas. El nivel de acierto es del 100%. Relaciones amorosas, cuentas bancarias o tatuajes. Los clientes no salen de su asombro. La verdadera sorpresa, sin embargo, llega cuando se descubre la herramienta que emplea el pretendido médium para dar con toda esa información...