El más joven de los agentes asesinados había superado recientemente un grave accidente de moto

  • hace 5 años
Las víctimas eran jóvenes, muy jóvenes. 27 y 28 años. Diego llevaba tan sólo cuatro días en su destino, y acaba de superar una larguísima convalecencia -en la que incluso estuvo en coma- tras un accidente de moto muy grave. Carlos, burgalés, llevaba seis meses en la isla, y había luchado mucho para conseguir entrar en la Guardia Civil. Cuando Carlos ingresó en la Benemérita cuentan que no le hubiera importado ser destinado al País Vasco. Esto puede indicar que no tenía miedo a los asesinos de ETA. Pero llegó a Mallorca y estaba tan contento en su nuevo  puesto que decidió quedarse, quedarse hasta que ETA le ha arrebatado la vida. Diego. El más joven 27 años. No hacía mucho tiempo que había salido de un coma provocado por un grave accidente de tráfico. Salió de esta, si, pero los terroristas no le dejaron seguir hacia adelante. Acababa de llegar al cuartel, era un alumno en prácticas. Ahora ellos ya no están y serán sus familias, la de Carlos y la Diego, sus amigos, sus compañeros los que tendrán que aprender a vivir sin ellos.

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